Se habla siempre de las metodologías ágiles en contextos de mejoramiento de procesos internos de las empresas.
Pocas veces se señala que estas formas de trabajo también son muy útiles en el campo de la atención al cliente y su experiencia con la empresa.
En este artículo te vamos a explicar de qué van estas metodologías y cómo puedes usarlas para mejorar la experiencia de tus usuarios. Así, aprovecharás sus múltiples ventajas y beneficios.
Sigue leyendo porque te daremos las claves para que la transformación interna de tu empresa sea también un elemento de crecimiento con respecto a tus clientes.
Tabla de contenido
¿Qué Son las Metodologías Ágiles? Breve Resumen
La expresión “metodologías ágiles” surgió en el mundo del desarrollo de software. Fue la respuesta de los desarrolladores a las anquilosadas formas de hacer programas, usualmente llamadas “metodologías pesadas”.
Su característica central era el papel jugado por la burocracia interna de las compañías, que poco tenían que ver con los departamentos de desarrollo de programas.
En la localidad de Snowbird, perteneciente al estado de Utah, Estados Unidos, fue donde se reunieron algunos de los más prominentes miembros de la comunidad de desarrolladores norteamericanos.
Juntos, oficializaron el nombre de “metodologías ágiles” para definir una nueva forma de trabajar.
Aunque, en realidad, mucho antes de esa fecha ya había algunas metodologías similares.
La más conocida era la metodología SCRUM, cuya aplicación era frecuente en empresas como Xerox, 3M y Hewlett-Packard.
Te preguntarás: ¿de qué iban, entonces, estas metodologías? Y, más importante, ¿en qué se diferenciaban de las formas de trabajo existentes? Vamos a verlo.
El centro de ambas filosofías era sencillo: adoptar un esquema incremental en el desarrollo de los proyectos.
En vez de planificar todo desde arriba y recurrir a un burocrático proceso de aprobación de todo el plan, estos desarrolladores creían que se podía comenzar con una idea central y, luego, ampliarla y mejorarla.
De esta forma se privilegiaban la rapidez y la fluidez de los proyectos, se corregían fácilmente los errores que fueran presentándose y se hacían cambios a medida que se descubrían nuevos puntos por trabajar.
También se ahorraba dinero, ya que un proyecto elaborado de esta forma podía abandonarse rápidamente en caso de no estar funcionando.
Esto dejaba pocas pérdidas para la empresa (cosa que no ocurría con las metodologías anteriores, en las que, si un proyecto fracasaba, se perdía todo lo invertido en él).
Se trataba de entender que cada proyecto debía abordarse de forma individual. Si un software requería una planificación centralizada y completa, se la hacía.
En cambio, si el desarrollo de un software podía hacerse con los desarrolladores avanzando y optimizando, sin ser molestados por otros departamentos, se optaba por hacerlo así.
Beneficios de las Metodologías Ágiles en Tu Empresa
Ahora bien, las metodologías ágiles dejaron de ser hace mucho un asunto reducido al sector de la tecnología.
Las empresas de otros ramos pronto descubrieron que podían implementar estos métodos de trabajo en sus compañías, fueran del mercado que fueren.
Hoy en día se ve esta forma de trabajar en empresas como las aseguradoras médicas, los centros de servicio, las agencias de publicidad y hasta las dependencias del Estado. Los servicios públicos también comienzan a entender este nuevo panorama y a adaptarse a él.
¿La razón? Los enormes beneficios que aporta a las empresas. Revisemos algunos de ellos.
Ahorro de costos y tiempo. Tal vez la ventaja más obvia: esta metodología lleva a eliminar muchísimos costos innecesarios.
Mejoramiento constante de producto, sobre todo en sus etapas iniciales de desarrollo. Las correcciones se hacen a tiempo, ya que no dependen de la aprobación burocrática “desde arriba”.
División del trabajo en pequeños proyectos. Esto empodera a los trabajadores de tu compañía al darles una pequeña misión que conquistar.
Flujo de ideas renovadoras. Muchas vendrán de los desarrolladores, que, al trabajar de forma libre, pueden desarrollar también su creatividad y dar grandes aportes a las empresas.
¿Por qué Implementar esta Metodología en tu Empresa?
En el caso de tu empresa, debes preguntarte si las metodologías ágiles pueden aportar algún beneficio. Y, para responder esa pregunta, recomendamos que partas desde un análisis honesto.
¿Es tu empresa excesivamente burocrática? ¿Los procesos internos quitan tiempo a tu equipo de trabajo para que cree mejores productos o servicios? ¿Tus productos mejoran de forma constante o se quedan en la zona de confort?
Si las respuestas a estas preguntas te llevan a concluir que tu empresa es lenta, burocrática, poco creativa y poco evolucionada, entonces debes implementar las metodologías ágiles en tus procesos internos.
Hacerlo traerá enormes beneficios.
- Ahorrarás gastos innecesarios.
- Potenciarás la creatividad de tu equipo de trabajo.
- Tendrás un producto o servicio en constante evolución.
- Podrás competir mejor con las empresas rivales.
- Mejorarás la customer experience (CX) de tus clientes.
Principales Claves y Beneficios de las Metodologías Ágiles Aplicadas a la Customer Experience
Sobre ese último punto queremos detenernos para analizarlo en profundidad. Es el aspecto más ignorado de todos.
Las metodologías ágiles pueden impactar mucho en la experiencia de tus usuarios. ¿Cómo? Vamos a revisarlo.
Interactividad. Las metodologías ágiles se saltan la burocracia interna para generar una interactividad constante. ¿Por qué no hacer esto con la CX de tus clientes?
En vez de esperar mucho tiempo para implementar cambios, intenta modificaciones pequeñas en los puntos de contacto que conforman la CX de tu empresa. Evalúalos rápidamente. ¿Dieron resultados? Mantenlos y poténcialos. ¿Fallaron? Intenta otra cosa.
Rápido y al grano, es decir: ágil.
Adaptabilidad. Ligado con el ítem anterior: adáptate rápido a los cambios. ¿Tus usuarios piden una nueva característica en tu empresa? Impleméntala y adáptate velozmente. Mientras menos tiempo pases adaptándote, más fácil será que actúes para mejorar la CX de tu empresa.
Colaboración. El otro aspecto central de las metodologías ágiles es la colaboración constante entre departamentos. Al reducir las jerarquías se producen ese contacto y la cooperación permanente.
En el caso de la CX, es obvio que para mejorarla necesitarás la colaboración de otros departamentos. Por ser ágil, podrás obtener dicha cooperación de forma constante, fluyendo en tu equipo de trabajo.
Mejoramiento constante. Toda la agilidad corporativa (por llamarla de algún modo) que se adquiere gracias a las metodologías ágiles está relacionada con el ahorro del tiempo. Al disminuir tiempos en procesos inútiles, puedes dedicarte a la mejora permanente.
Una CX en constante mejora es la clave para que tus clientes se sientan fidelizados por tu marca, producto o servicio.
Conclusión
Aunque las metodologías ágiles comenzaron en el mundo del desarrollo de software, pronto resultaron ser útiles para cualquier sector. Hoy en día, las mejores empresas trabajan así.
Utilizar los beneficios de estos métodos de trabajo cambia por completo el funcionamiento de tu empresa. Pero usarlos también para mejorar la experiencia del cliente es una decisión inteligente y acertada.
Estudia cómo implementar metodologías ágiles en tu empresa. No te limites a hacerlo para desarrollar proyectos internos: atrévete también a implementar estos conceptos en el mundo de la experiencia de tus clientes.
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