Aunque parecen sinónimos, cliente y consumidor son dos conceptos muy diferentes. En este artículo vamos a ayudarte a entender la diferencia para aprovechar al máximo tu estrategia de ventas.
Tabla de contenido
Cliente y Consumidor, ¿Son lo Mismo?
Si bien podemos definir como cliente y como consumidor a la persona que aprovecha un producto comprado y hace uso de él, la diferencia entre ambos términos está en el grado de fidelidad que tienen hacia una determinada marca o artículo.
Mientras el cliente es fiel a la marca o producto que usa, el consumidor no está fidelizado hacia algún artículo en particular, por lo que puede consumir cualquier otro producto o servicio que sea su sustituto.
¿Qué es un Cliente?
Se considera cliente al comprador que ha tomado como hábito de consumo adquirir un producto o realizar sus compras en un lugar determinado. El cliente se identifica con la marca, empresa, producto o servicio. En su caso, el aspecto emocional es lo que manda.
El cliente es fiel y tiene un sentido de pertenencia muy importante.
Conocer su pensamiento y entender cómo funciona con respecto a nuestro producto puede servirnos para desarrollar estrategias para conquistar nuevos clientes o fidelizar más a los que tenemos.
Tipos de Clientes
Nuestros clientes se diferencian por el grado de satisfacción y fidelidad que mantienen con nuestros productos. Veamos una lista para analizar cada uno de ellos.
- Los enamorados: son los incondicionales. En las buenas y en las malas, siempre elegirán nuestra marca.
- Los leales: son muy parecidos a los enamorados, pero con una relación con la marca más moderada.
- Los desencantados: alguna vez fueron fieles, pero han tenido una o varias malas experiencias que disminuyeron su amor por nuestra marca.
- Los indiferentes: tienen una actitud neutra; no hablan bien ni mal de nosotros.
- Los potencialmente desertores: tienen muy bajos niveles de compromiso futuro y están siempre a punto de no volver a comprarnos. Pueden dejar de comprarnos si encuentran una mejor oferta.
También pueden catalogarse por su poder de compra: low cost, pragmáticos, adictos a las compras, tradicionales y multiestablecimiento.
Tratar igual a todos los clientes puede ser un gran error. Lo ideal es segmentar la base de clientes para identificar cómo y sobre quién actuar para fidelizarlos o bien conseguir nuevos.
¿Qué es un Consumidor?
Básicamente, el consumidor es toda aquella persona que realiza una compra, independientemente de si la hace en un local o a través de la web, el teléfono u otro medio.
Puede ser fiel por un tiempo, pero, por lo general, sus elecciones se basan en promociones, gustos ocasionales o conveniencia.
Depende de nuestro servicio y de la atención que les brindemos el convertir a estos consumidores en clientes.
Existen varias herramientas que nos pueden ayudar a lograr esto; por ejemplo: obtener métricas a través de aplicaciones y comunicación mobile, comprender el tiempo de permanencia promedio en la tienda o establecer un mapa de comportamiento y un análisis del punto de venta para fidelizar a los consumidores.
Tipos de Consumidores
La personalidad de cada consumidor es uno de los elementos fundamentales para definir nuestra estrategia de ventas y activar esos mecanismos de compra.
Existen consumidores cuyos hábitos de compra son altamente emocionales; otros son conservadores, analizan bien sus compras y no se dejan llevar por la primera impresión; y están los impulsivos.
Implementar la tecnología correcta para registrar cada uno de estos comportamientos es muy útil y nos da muchas herramientas a la hora de pensar una estrategia de comunicación o de ventas.
Principales Similitudes y Diferencias entre Cliente y Consumidor
Uno es más emocional y el otro, más racional. Por lo general, el cliente disfruta de la compra del producto o servicio, mientras que el consumidor solo necesita hacerlo.
¿Cómo mantener a unos y convencer a otros? Obtener información precisa que nos ayude a definir el perfil ideal de nuestro cliente es una de las opciones.
Otra opción es la atención al cliente. Suena obvio, pero hoy no todas las empresas la hacen correctamente.
Debemos animarnos a ir más allá de los servicios estandarizados en todos los canales para alcanzar una atención personalizada en cada punto de contacto. ¿Cómo hacerlo? Compartimos algunos puntos para tener en cuenta.
- Responde rápidamente, aunque no tengas una solución al problema: que el cliente sepa que, al menos, estás enterado de su inconveniente e intentas solucionarlo.
- Establece un diálogo natural, personal y amigable.
- Personaliza siempre las respuestas.
- Nunca prometas algo que no puedas cumplir.
- Piensa siempre como el cliente.
Conocer al Cliente y al Consumidor, la Llave del Éxito
Conocer la diferencia entre consumidores y clientes permite elaborar estrategias de fidelización para convertir a los primeros en los segundos.
La lealtad de los clientes tiene un impacto directo en los resultados financieros, así como en el prestigio y la imagen de marca. Un cliente fiel consume más.
Además, realiza críticas positivas, transmite su experiencia a amigos y familiares y vuelve a nuestra tienda. Este tipo de clientes puede ser una estrategia para conseguir más consumidores.
Conclusión
Clientes y consumidores representan dos conceptos diferentes. Los primeros son el objetivo de todo negocio exitoso a largo plazo.
Mientras mejor conozcamos a nuestros clientes, mayores probabilidades tendremos de tenerlos satisfechos y mantenerlos fieles a nuestro producto o servicio.
Segmentarlos por su tipo, personalizar la comunicación y ponerlos en el centro nos permite actuar de acuerdo con sus necesidades. Y nos posibilita, además, convertir a los consumidores ocasionales en clientes fijos y fidelizados.
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